Vivian Maier

Vivian Dorothea Maier fue una fotógrafa y niñera neoyorquina nacida el 1 de febrero de 1926.

De niña, después de que su padre las abandonara a ella y a su madre, convivió con una pionera de la fotografía, la surrealista Jeanne J. Bertrand. Se cree que su interés y pasión por la fotografía nació por ella.

Hizo muchísimas fotografías a lo largo de su vida, era su verdadera pasión. Pero su ocupación siempre fue cuidar niños, eligió este trabajo porque podía compaginarlo con la fotografía. Mientras paseaba a los niños, o los llevaba al parque a jugar tenía la oportunidad de capturar cientos de momentos con su cámara. Muchas veces llevaba a los niños a barrios marginales, tan solo porque quería reflejar en sus fotografías ciertas personas o aspectos de la vida que ella creía que solo podría encontrar allí.

Las personas que la conocieron dicen que era una persona muy misteriosa y reservada, por ello no mostraba sus fotografías. De hecho había personas cercanas a ella que ni siquiera sabían esta pasión que Vivian tenía.

En una de sus múltiples grabaciones dijo “soy una especie de espía”. Obviamente no lo era, o al menos nadie tiene constancia de ello, pero Vivian capturaba momentos, instantes y personas, muchas veces a escondidas, es por ello por lo que creo que se refería a sí misma como una espía.

Dudo que a Vivian le hubiera gustado todo lo que se ha montado entorno a su figura, ya que era una persona totalmente reservada, que no le gustaba mostrar sus trabajos con absolutamente nadie, y mucho menos que la gente conociera aspectos sobre su vida privada.

A pesar de vivir toda su vida sin relacionarse con mucha gente y siendo una persona muy introvertida y seria, yo creo que si que fue feliz. Vivió su vida a su manera y como ella realmente quería.